Sobre las medidas a adoptarse en las playas, LA CAPITAL consultó a distintas fuentes, coincidiéndose en destacar que habrá un protocolo general a aplicar en todas las ciudades balnearias.
Además de impedirse la utilización de duchas en los vestuarios, se establecerán cupos de visitantes para las distintas playas. “Cuando se llegue al cupo predeterminado no se dejará ingresar a más gente. Con banderas informativas especiales y con personal especial -agentes municipales, voluntarios y personal de seguridad- se buscará hacer cumplir las medidas de distanciamiento social”, se explicó.
En lo referente a la hotelería, no se habilitarán los denominados espacios comunes -salones para desayuno, por ejemplo- al tiempo que los restaurantes también trabajarán con cupos predeterminados, pretendiéndose que la mayor cantidad de mesas sean montadas al aire libre, en veredas o patios. Se alentará además la habilitación de corredores gastronómicos para el verano, con sectores peatonales en los lugares donde se concentra la mayor actividad gastronómica.
Además de impedirse la utilización de duchas en los vestuarios, se establecerán cupos de visitantes para las distintas playas.
Asimismo, tanto desde Nación como desde la Provincia, y claro está, desde los municipios, se programarán numerosas actividades culturales, artísticas, deportivas y recreativas al aire libre.
“Lo ideal sería tener definiciones concretas en el corto plazo. Los municipios esta vez dependemos de Provincia y Nación para programar la temporada”, confió un intendente de la zona. De hecho, expresó su preocupación ya que en las próximas horas se lanzará el programa de Turismo de la Nación -adelantado oportunamente por Matías Lammens a LA CAPITAL– con preventa de alojamientos y pasajes para los destinos turísticos con un 50 por ciento de descuento (se devolverá a través de una tarjeta del Banco Nación para gastar en el lugar de destino) y el plazo para realizar las operaciones será hasta fin de mes. “Necesitamos certezas”, insistió.
Todo lo descripto anteriormente estará supeditado a la realidad sanitaria de los distritos costeros, especialmente Mar del Plata y Pinamar, en los próximos meses.
Desde la Provincia, a través de diferentes vías, volvió a reclamarse que al menos durante tres semanas se cumpla estrictamente con lo que determina la fase 3 en la que está Mar del Plata para detener el crecimiento de casos y “desestresar” la atención clínica y hospitalaria.